“Cuando un niño se siente seguro de sí mismo, deja de buscar aprobación en cada paso que da”. María Montessori
La frustración es un sentimiento que aparece cuando no conseguimos lo que queremos o cuando enfrentamos situaciones que no deseamos. Según la intensidad del sentimiento que nos produce y nuestras características personales, podemos reaccionar ante ella con enfado, tristeza, angustia o ansiedad.
Enseñar a nuestros hijos a tolerar la frustración les permite desarrollar la capacidad para enfrentar de forma positiva las situaciones y retos futuros. Cuando aprendemos a tener tolerancia a la frustración somos capaces de afrontar mejor los problemas y limitaciones que nos encontramos a lo largo de la vida; la clave es desarrollar y trabajar una actitud positiva desde que somos pequeños.
¿Cómo son los niños con poca tolerancia a la frustración?
A veces creemos que si les damos a nuestros hijos todo lo que piden somos mejores padres y realmente no es así. Si los niños tienen todo lo que quieren no valorarán las cosas y será más difícil que aprendan a tolerar el malestar que puede provocar no conseguir algo fácilmente.
Según los estudiosos del tema, en general, los niños con poca tolerancia a la frustración se identifican por:
- Tienen dificultad para controlar sus emociones.
- Son exigentes, impacientes e impulsivos.
- Buscan satisfacer sus necesidades inmediatamente y si tienen que esperar pueden tener rabietas y llorar fácilmente.
- Pueden desarrollar cuadros de ansiedad o depresión ante conflictos o dificultades con más facilidad que otros niños.
- Creen que el mundo gira a su alrededor y que lo merecen todo, por lo que sienten cualquier límite como injusto ya que va contra sus deseos. Les cuesta comprender por qué no se les da todo lo que quieren.
- Tienen una baja capacidad de flexibilidad y adaptabilidad.
- Manifiestan una tendencia a pensar de forma radical: algo es blanco o negro, no hay punto intermedio.
Técnicas para tolerar la frustración
Algunas técnicas que puedes utilizar para lograr que tus hijos desarrollen la tolerancia necesaria ante situaciones que no son de su agrado son:
- Enseña con el ejemplo: la actitud positiva de los padres frente a situaciones difíciles es el mejor ejemplo para que sus hijos aprendan a buscar soluciones a sus problemas.
- Dale espacio para actuar: permite que tome decisiones y alcance sus retos por sí mismo; no importa si se equivoca pues es el momento de aprender de sus errores para saber cómo enfrentarse al fracaso. La clave es acompañarlo en todo momento.
- Maneja su rabieta: las situaciones frustrantes terminan, en muchos casos, en una rabieta. Si cedes en ese momento, el niño creerá que esa es la forma más efectiva de resolver los problemas y tener el control. Espera a que se le pase y conversa con él para que entienda que esa no es la vía para lograr su objetivo. Acuerda con él opciones para resolverlo.
- Convierte la frustración en aprendizaje. Las situaciones difíciles son una oportunidad para que aprenda cómo afrontar el problema por sí mismo cuando vuelva a presentarse.
- Enséñale a esforzarse y ser perseverante: la perseverancia es esencial para superar situaciones adversas. Si tu hijo aprende que siendo constante puede solucionar muchos de sus problemas, sabrá controlar la frustración en otras ocasiones.
- Establece normas y límites: explícale al niño lo que está bien y lo qué está mal y las consecuencias de lo que puede suceder si no se actúa de acuerdo a las normas. La idea es fomentar la responsabilidad por lo que hace evitando siempre hablar de culpa.
Hacer frente a sentimientos adversos
Podemos preparar a los niños para enfrentar la frustración y lograr que canalicen las emociones o sentimientos adversos que suelen aparecer:
- Conversar sobre el tema: hablar en familia sobre la frustración y las situaciones que la genera es una excelente forma de buscar de soluciones y alternativas. El uso de libros infantiles con historias que aborden el tema es una herramienta que puedes utilizar para la discusión en el hogar: juntos es más fácil.
- Identificar el sentimiento de frustración: orientar al niño para que sea capaz de identificar la razón por la que se siente así y buscar opciones para atenderla.
- Enseñar al niño cuándo debe pedir ayuda: ante una situación de conflicto o rabia, permite que encuentre una solución por sí mismo, tomando siempre en cuenta su edad y su capacidad para resolverlo. Si se siente frustrado cuando debe realizar una actividad, intenta enseñarle a buscar opciones y evitar la frustración. Generalmente sucede con las tareas del colegio. Es el momento de organizar un horario donde él pueda ver fácilmente que hay un tiempo para hacer la tarea y otro para divertirse y descansar.
- Reforzar las acciones apropiadas del niño: reconoce sus logros cuando canalice su respuesta habitual de ira ante la frustración, y cuando utilice una estrategia adecuada. El reconocimiento es vital para que sienta que “si se puede”.
- Aprender técnicas de relajación: promueve su tolerancia a la frustración a través de la relajación del cuerpo. La práctica del yoga, por ejemplo, es una excelente opción utilizada hoy en día para que los más pequeños de la casa aprendan a canalizar sus emociones.
Todo lo que el niño vive y aprende de la mano de sus padres le proporciona las herramientas necesarias para ser un adulto preparado para enfrentar con éxito futuros retos. Ser tolerante es una de esas herramientas que nos ayudan a ser personas más felices y adaptarnos mejor a la vida.
Si quieres alguna orientación sobre opciones de libros o cuentos infantiles que te ayuden a trabajar el tema de la tolerancia a la frustración con los niños puedes escribirnos y te daremos nuestras sugerencias que estamos seguros serán de utilidad para ti.
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1 comentario en “Consejos para enseñar a tu hijo a tolerar la frustración”
Muy interesante. Ahora con la cuarentena es especialmente importante saber como ayudar a los niños a lidiar con la frustración.